
Nuestra especie tiene apenas unos 200,000 años de andar por el mundo. Somos, en términos evolutivos, una especie bastante joven. En comparación con nuestro devenir, existen y han existido especies con presencias mucho más largas. Por poner dos ejemplos, Homo erectus,una de las especies que nos antecedió, prosperó durante casi 2 millones de años y se estima que algunos anfibios han medrado en el planeta al menos desde la era de los dinosaurios, que finalizó hace unos 65 millones de años.
Durante la primera y mayor parte de nuestra existencia, los Homo sapiens la pasamos en África como animales relativamente insignificantes. Sin embargo, hace unos 100,000 o 70,000 años abandonamos ese continente, nuestra matriz y cuna, y comenzamos a poblar el planeta entero.
La evidencia sugiere que esta odisea ocasionó (y sigue ocasionando, como veremos) un impacto tremendo en los ecosistemas. En términos generales, se ha estimado que a lo largo de nuestra corta existencia, los sapiens hemos llevado a la extinción, de manera directa, a cerca de la mitad de las grandes bestias y de manera indirecta a muchas más; incluidos nuestros hermanos biológicos. Los ecosistemas de Oriente Medio, Europa y Asia fueron los primeros trastocados; luego siguieron los de Indonesia, Australia y finalmente América.
Aunque no hay consenso entre los investigadores en cuanto a la causa exacta de la extinción de nuestros hermanos biológicos: neandertales, hobbits, denisovanos y luzonensis, una buena parte de la evidencia apunta a que nosotros tuvimos mucho que ver en sus destinos finales. Nuestro éxodo africano y nuestro patrón de dispersión coinciden sospechosamente con los espacios y tiempos en los que se extinguieron estas especies, hace entre 30,000 y 50,000 años.
En un reciente trabajo, titulado “The Sixth Extinction: An Unnatural History”, Elizabeth Kolbert señala que, de acuerdo a las circunstancias, parece que habiendo acabado en el pasado reciente con nuestras especies hermanas (por los motivos que hayan sido: directos o indirectos; violentos o colaterales), estamos ahora terminando con nuestros primos primeros y segundos: chimpancés, bonóbos, gorilas y orangutanes.
Actualmente, todos los grandes simios (con excepción de nosotros), se encuentran en peligro de extinción a causa de la caza furtiva, la pérdida de hábitats y algunas enfermedades que el ser humano puede contagiarles, como el ébola, el rinovirus humano C y el metapneumovirus, que es mucho más grave en chimpancés que en humanos. Por ejemplo, el número de chimpancés en estado salvaje ha decaído a la mitad desde hace cincuenta años y los gorilas se han reducido en un sesenta por ciento desde hace veinte años.
Si a lo anterior le añadimos que en fechas recientes se documentaron los primeros casos del virus SARS-CoV-2 en gorilas, el panorama se vuelve todavía más crítico. El pasado 11 de enero, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos confirmó que tres de los especímenes que viven en el Zoológico de San Diego, California, contrajeron la enfermedad COVID-19; probablemente de uno de sus cuidadores, que resultó ser un portador asintomático.
Con este descubrimiento, los gorilas (con los que compartimos el 98.4% de material genético), se convirtieron en la séptima especie animal (además de Homo sapiens) en haber adquirido naturalmente este virus (después de tigres, leones, visones americanos, leopardos, perros y gatos domésticos), y en la primera especie de primates no humanos en enfermarse de COVID-19. Afortunadamente, de acuerdo a los reportes, parece que los gorilas infectados se están recuperando.
Si a usted todavía le quedaban algunas dudas acerca de la cercanía biológica que tenemos con estas especies, del poder que hemos acumulado y en consecuencia del impacto que generamos en el gran ecosistema global o, incluso, de la existencia del virus SARS-CoV-2, el padecimiento de los gorilas y de los demás animales mencionados sin duda son una prueba de todas estas disyuntivas. Para bien y para mal.
Referencias de apoyo:
CHILDS, C. (2018). Atlas of a Lost World. Travels in Ice Age America. New York: Vintage Books
DALY, N. (publicado el 11 de enero de 2021). Several gorillas test positive for covid-19 at California zoo-first in the world. National Geographic. Consultado el 26 de enero de 2021. https://www.nationalgeographic.com/animals/2021/01/gorillas-san-diego-zoo-positive-coronavirus/
GÓMEZ-LUCIA, E. (publicado el 27 de abril de 2020). Coronavirus y primates, una conexión preocupante. National Geographic. Consultado el 27 de enero de 2021. https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/coronavirus-y-primates-conexion-preocupante_15466
HARARI, Y. (2014). De animales a dioses. Breve historia de la humanidad. Barcelona, España: Penguin Random House.
KOLBERT, E. (2015). The sixth extinction: an unnatural history. New York: Picador.